Ya sea por intolerancia a la lactosa o por decisión vegana, dejar atrás la leche de vaca es un paso muy importante. Desde hace mucho tiempo hemos construido dietas y una forma de vivir en torno a productos procedentes de la leche de vaca, y aunque al principio puede parecer difícil, hay muchas alternativas gracias a las leches vegetales, donde la leche de almendras es una de las más ricas y versátiles.
Consumir leche de almendras en su estado líquido no presenta muchos inconvenientes, pero espumar esta leche para combinarla con café es otra historia.
Sin duda, una vez que dominas la técnica, la espuma creada a partir de la leche de almendras elevará tu café a una categoría superior. Los capuchinos con leche de almendras son deliciosos, así como llenos de nutrientes.
¿Cómo se hace y qué es la leche de almendras?
Al igual que con otras leches vegetales, el consumidor tiene dos opciones; Por un lado, comprar la leche ya envasada, y por otro, comprar las almendras y elaborar la leche uno mismo. Optes por una alternativa u otra, en ambos casos estarás tomando una leche natural, con una textura cremosa y un sabor único.
Si elaboras la leche de almendras en casa te aseguras de estar obteniendo un producto muy natural sin aditivos, más que un poco de extracto de vainilla o canela. Si optas por leche de almendras ya envasa, revisa el etiquetado porque cada marca es diferente.
En definitiva, la leche de almendras no es más que almendras trituradas mezcladas con agua, siendo esta leche una fuente muy importante de grasas vegetales y carbohidratos, ideal para veganos o intolerantes a la lactosa.
Diferencia entre una buena espuma de leche y una mala
Ya explicamos en los artículos anteriores sobre cómo espumar leche de soja y cómo espumar leche de avena que, el secreto entre una buena espuma y una mala, es la elasticidad de las microburbujas que creamos en la leche. Crear microburbujas es un proceso simple, tan solo debemos añadir aire a la leche ayudándonos de algún utensilio, sin embargo, que esas microburbujas permanezcan elásticas por mucho tiempo es algo más difícil.
Para que las microburbujas permanezcan muy juntas y elásticas, necesitamos que, con el calor, las proteínas de la leche de almendras abracen este aire. Cada tipo de leche posee diferentes cantidades de proteínas, y estas son fundamentales a la hora de crear espuma. En algunos casos como en el de la leche de almendra, la presencia de proteínas de calidad y resistentes a la temperatura es escasa, por lo que obtener una espuma de calidad será relativamente difícil.
Cuando espumemos una leche vamos a buscar burbujas tan pequeñas que sean imperceptibles al ojo, y tan cohesionadas entre sí que, a pesar de mezclar con el café la espuma dure hasta el último sorbo de nuestra bebida. Si una espuma dura hasta el final de la taza será una espuma de calidad.
Dificultad a la hora de espumar leche de almendras
Sin duda la leche de vaca es la mejor para espumar, ya que su alto contenido en proteínas resistentes al calor y la ayuda de las grasas animales, hacen a esta leche ideal para el propósito de espumar. Justo lo que hace a la leche de vaca ideal para espumar hace a la leche de almendras deficiente para espumar, es decir, la falta de proteínas resistentes a la temperatura no permite una buena cohesión y elasticidad de las microburbujas.
Uno de los puntos fuertes de la leche de almendras es la abundante presencia de grasas vegetales, las cuales son igualmente necesarias en la elasticidad de las microburbujas, pero la falta de proteínas lastra el proceso. Por eso, cuando usemos leche de almendras para espumar, siempre debemos buscar aquella leche lo más espera y texturizada posible.
Una leche de almendras muy líquida es sinónimo de una alta presencia de agua en la mezcla, y el agua no espuma. Siempre debemos buscar una leche lo más fresca y densa posible para espumar. Si usas marcas comerciales, es recomendable que pruebes con diferentes tipos hasta que encuentres la más adecuada para tu propósito.
Uso de leche de almendra con aditivos
Muchas leches vegetales envasadas son especiales para baristas, es decir, llevan aditivos naturales que hacen que la leche de almendras sea más densa y aumente el contenido de proteínas. Muchas veces serán otros aceites vegetales, como el de colza, los que aportarán ese extra de elasticidad a las microburbujas que creamos durante el espumado.
Abajo veis un ejemplo de una leche especial para espumar de YOSOY:
Cómo espumar la leche de almendras
Con todo lo que hemos dicho hasta ahora hemos dado las claves principales para realizar un espumado de calidad con la leche de almendras. Ya hemos hablado de la presencia de las proteínas y su resistencia a la temperatura, de la densidad de la leche y de la cantidad de grasa presente. Con estos tres factores controlados podremos espumar leche de almendras como unos auténticos profesionales.
1. Controla la temperatura a la hora de espumar leche de almendras
Cuando hablábamos de la leche soja recomendamos espumar con la leche muy fría debido al riesgo de producir demasiada espuma en muy poco tiempo y de que, si se calentaba demasiado, la leche se pudiera cortar al entrar en contacto con el café. Con la leche de almendras estamos en una situación similar, aunque no tan crítica.
Es recomendable comenzar a espumar con la leche a temperatura ambiente ya que puede resultar complicado espumar con leche de almendras muy fría. Aunque hay que seguir teniendo cuidado de no elevar demasiado su temperatura para que la leche de almendras no se cuaje al contacto con el café. Igualmente, si elevas mucho la temperatura podrías quemar la leche, dejando un sabor desagradable.
2. Usa leche de almendras más espesa para espumar
Otro de los factores determinantes que ya hemos nombrado es cuán líquida será nuestra leche. Si una leche es muy líquida estaremos disolviendo más las proteínas y grasas, lo que hará que sea más difícil generar una espuma de calidad y duradera.
Si usas leche de almendras envasada intenta probar diferentes marcas hasta que encuentres la más espesa de todas. Cuanto más espesa, más fácil será espumar la leche.
3. Escoge leche de almendras con más proteínas
Las almendras son frutos de alto contenido en grasas y carbohidratos, pero escasas proteínas. Esta escasez de proteínas se hace más notable cuando transformarnos las almendras en leche y la comparamos con la leche de vaca.
Aunque parezca raro, en el mercado vas a encontrar leches de almendra con más o menos proteínas, por lo que siempre debes decantarte por las leches de almendra con mayor cantidad porcentual. Si la leche la elaboras tú en casa, intenta añadir menos agua a la mezcla, así aumentarás el porcentaje de proteínas.
Cómo espumar leche de almendras paso a paso
Una vez tienes toda la información necesaria para espumar la leche de almendras queremos ofrecerte una guía paso a paso sobre cómo hacerlo con diferentes métodos. A continuación, aprenderás a espumar leche de almendras con Aeroccino, con varilla de vapor y con espumador manual eléctrico.
Cómo espumar leche de almendras con Aeroccino
El método más eficaz para espumar cualquier leche es el uso de un Aeroccino o similar. Estos dispositivos espuman cualquier leche en cuestión de segundos, y sin esfuerzo. Por ello, es especialmente interesante para espumar leche de almendras, la cual es una de las leches vegetales más difíciles de espumar debido a su falta de proteínas.
- Remueve bien tu leche de almendras, ya sea natural o envasada. Cuanto más homogénea sea la leche mejor espumará.
- Añade tu leche en el Aeroccino. Siempre es recomendable llenar ligeramente menos de lo que harías con la leche de vaca.
- Selecciona el nivel más bajo de temperatura y usa el accesorio más pequeño para espumar. Un exceso de temperatura podría cuajar la leche al contacto con el café.
- Detén el Aeroccino en cuanto consigas la espuma deseada. Un exceso de trabajo sobre la leche puede crear demasiada espuma, lo cual arruinará tu bebida final de café.
- Cuando viertas sobre el café hazlo con decisión para que la leche se incorpore bien al café.
Cómo espumar la leche de almendras con una varilla de vapor
Espumar con vapor requiere un poco de dominio de la técnica, ya que no es un sistema tan directo y sencillo como el Aeroccino. Sin embargo, si trabajas bien la leche de almendras puedes obtener un resultado muy bueno. No tires la toalla si te cuesta un poco las primeras veces.
- Remueve bien la leche antes de comenzar con el espumado. Queremos que la leche esté bien homogénea.
- Vierte la leche a temperatura ambiente en una jarra metálica específica para leche. Una leche de almendras muy fría puede presentar dificultades a la hora de espumar.
- Introduce la varilla un centímetro por debajo de la superficie sin sacarla en ningún momento. Queremos crear el máximo de burbujas sin que sean demasiado grandes.
- Abre la salida del vapor casi completamente, ya que no queremos calentar demasiado rápido.
- En el caso de la leche de almendras es muy importante crear un vórtice que nos ayudará a la creación de microburbujas.
- Una vez tengamos la espuma deseada, puedes retirar la varilla. Recuerda que no queremos ni espumar demasiado ni aumentar mucho la temperatura.
Cómo espumar la leche de almendras con un espumador manual eléctrico
Los espumadores manuales eléctricos son los más asequibles del mercado, aunque no son los más óptimos para conseguir la espuma densa y duradera que deseamos. Sin embargo, con un poco de práctica podemos lograr resultados realmente sorprendentes.
- Mezcla bien la leche que vayas a espumar. Puede que las almendras y el agua no estén mezcladas de forma homogénea.
- Calienta ligeramente la leche en un microondas.
- Añade la leche de almendras a una jarra metálica para leche. Llena 1/3 de la capacidad de la jarra.
- Introduce el espumador hasta el fondo, pero sin tocar la base de la jarra.
- Enciende el espumador y enciéndelo y apágalo por periodos de unos 20-30 segundos. De esta forma podemos determinar la consistencia de la espuma que vamos logrando.
- Durante el proceso puedes mover el espumador arriba y abajo ligeramente para aumentar la cantidad e aire que penetra en la leche.
- Una vez consigas la textura deseada, incorpora la leche en el café con decisión para que se incorpore bien.